Este dispositivo se hace cargo de la dirección a velocidades de hasta 65 kilómetros por hora, generalmente en curvas poco cerradas. Para que funcione, debe haber un vehículo circulando justo delante y marcas viales que delimiten el carril.
El asistente de conducción en atascos complementa al programador de velocidad activo y al asistente por cambio involuntario de carril.
Si la situación queda fuera de la capacidad del sistema (por ejemplo una curva muy cerrada), avisa al conductor para que retome el control.